Las experiencias tempranas con nuestras figuras de cuidado marcan considerablemente nuestra capacidad para, en la adultez, formar vínculos seguros con otros seres humanos.Una pareja codependiente tiende a aislarse del exterior encerrándose en círculos de posesividad, conflicto y reconciliación cada vez más extremos y constantes.
Habitualmente uno de los miembros es dependiente sumiso, mientras que el otro representa un rol dominante y aparentemente independiente, siendo ambos igualmente presos del esquema afectivo-dependiente.Algunos de los objetivos que se plantean en terapia son: la toma de conciencia de cómo funciona el patrón de la dependencia emocional y cómo se articulan las relaciones desde ahí, recuperar el poder personal y los espacios propios, separarse psicológicamente sabiendo dónde comienza uno y termina el otro, reconocer las propias necesidades, poner en marcha los recursos personales, afianzar la autoestima y tomar las riendas de tu vida.