La característica esencial del TAG (Trastorno por Ansiedad Generalizada) es la preocupación excesiva. Podemos definir a los pacientes con ansiedad generalizada como sufridores crónicos; no se pueden relajar, se asustan con facilidad, tienen dificultades para concentrarse, para conciliar o para mantener el sueño. Los síntomas físicos que con frecuencia acompañan la ansiedad incluyen fatiga, dolores de cabeza, tensiones y dolores musculares, dificultad para tragar, temblores, tics nerviosos, irritabilidad, transpiración, náuseas, mareos, necesidad de ir al baño con frecuencia, sensación de falta de aire, y repentinos acaloramientos.
Cuando las preocupaciones son persistentes, poco realistas, excesivas, intensas y se convierten en una forma habitual de enfrentamiento ante las diversas situaciones de la vida cotidiana es cuando una persona puede estar sufriendo del Trastorno de Ansiedad Generalizada.